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A todos Aquellos que luchan por la Libertad en Cataluña
Hubo una época en que, tras una sangrienta guerra civil, España estuvo sometida durante largos años a una dictadura militar. En aquellos días quienes deseaban la democracia veían con simpatía la lucha de algunas minorías que deseaban conservar su lengua y su cultura en este país.
Durante la dictadura, la lengua y la cultura de los catalanes, si bien no eran perseguidas, no eran oficiales. Su uso se limitaba al ámbito doméstico. La administración pública y la escuela eran exclusivamente en castellano. En aquellos momentos quienes se denominaban asimismo como catalanistas pedían tolerancia a la mayoría de habla castellana del país.
En un entorno de falta de libertades para todos, los demócratas españoles apoyaban a quienes pedían tolerancia para las lenguas y culturas minoritarias, y en concreto suscribían las reivindicaciones de los catalanes.
Tras la restauración de la democracia, España concedió una amplia y generosa autonomía a todas sus regiones, y junto a todas ellas a Cataluña. De este modo Cataluña pudo regular su propia educación, las normas sobre usos lingüísticos, la administración pública y otras muchas cosas.
Esta historia pudo haber tenido un final feliz a partir de que España recupera la democracia. Sin embargo, no fue así, al menos en Cataluña.
Así llegamos a la situación actual. A los nacionalistas catalanes y los catalanistas se les permitió ocupar democráticamente el poder. Sin embargo, éstos no se sirvieron de él para extender la tolerancia que ellos demandaban pocos años antes, sino para todo lo contrario. La clase política nacional-catalanista practicó desde que llegó al poder exactamente la misma política que la dictadura militar había desarrollado con los catalanes tan sólo unos años antes.
Los catalanistas cuando acceden al poder prohíben que el castellano sea lengua vehicular en las escuelas. Ninguna escuela catalana enseña en castellano en Cataluña, si bien sí es posible enseñar en cualquier otra lengua, como el alemán, el inglés o el francés. Está permitido en Cataluña enseñar en cualquier lengua, excepto en castellano. Prohíben la libre rotulación de los comercios. La rotulación en castellano es objeto de sanción económica cuando es denunciada. Cuando alguien va a una administración pública catalana inevitablemente se le ofrecerá un documento en catalán, y seguramente no habrá traducción castellana. El catalanismo desplaza al castellano en todos los ámbitos donde alcanza la regulación autonómica.
Sin embargo, de acuerdo con la ley, tanto el catalán como el castellano son oficiales en Cataluña. Pero el poder nacional-catalanista no aplica la ley, ni las sentencias de los Tribunales de Justicia que reiteradamente tachan de ilegal la legislación lingüística en Cataluña. De facto, los nacional-catalanistas aplican su ley, que consiste en marginar el castellano y ser intolerantes con quienes lo usan.
Todo lo anterior violando derechos humanos individuales de aquellos que desean una educación en castellano, rotular un comercio en castellano o bien ser atendidos en castellano en la administración pública, entre otras muchas cosas. Los nacionalistas catalanes dicen que el castellano se aprende en la calle, y no es necesario enseñarlo. También dicen que promover el catalán como lengua única sirve para facilitar la cohesión social en Cataluña, como si el castellano fuese una elemento distorsionador de la misma.
Mientas tanto, los diversos gobiernos españoles, vergonzosamente, toleran todo lo anterior por no incomodar a los nacional-catalanistas, quizá porque todavía consideran que éstos fueron maltratados durante la dictadura, pero sobre todo porque necesitan sus votos para alcanzar mayorías en el Parlamento español.
Estos son los hechos.
Hace muchos años, una pintada en la calle decía lo siguiente:
Qui no vol que es parli, s’escrigui o es pensi en català no vol que es parli, s’escrigui o es pensi.
Se podría complementar este razonamiento con lo siguiente:
Quien no quiere que se hable, se escriba o se piense en castellano, no quiere que se hable, se escriba o se piense.
Señores nacional-catalanistas, van a oír Vds. las siguientes verdades.
La lucha de la Humanidad en busca de la Libertad atraviesa diferentes estadios. Uno de ellos es la lucha contra la imposición y la intolerancia que genera el nacionalismo excluyente, como el que practican Vds. En esta lucha por la Libertad se hallaban los españoles generosos que luchaban por la democracia contra la dictadura militar. Estos españoles generosos luchaban también por la lengua y la cultura catalanas.
En este momento, Vds. Sres. Nacional-catalanistas en el poder, ya no luchan por la Libertad y la tolerancia, sino simplemente por el poder. Han cambiado de bando. Ahora Vds. son la dictadura contra la que seguimos luchando quienes amamos la Libertad.
Vds. dicen que son objeto de agresiones permanentes por parte de España, la cual expolia Cataluña. De acuerdo con sus palabras España somete a Cataluña impidiendo su libertad. Dicen que el estado español no admite la diversidad. Pero Vds. prohíben todo lo que suena a español, y multan y marginan lo español. Nada de esto se hace en España con lo catalán.
Las leyes que proponemos quienes amamos la libertad significarían que donde en una ley catalana dice catalán se puede sustituir pura y simplemente por castellano, y viceversa. Así están redactadas las leyes en España. Catalán y castellano, en la legislación española que se refiere a Cataluña, son iguales y una lengua no tiene un tratamiento diferente de la otra. Pero Vds. legislan que si se rotula en español esto es sancionable. Y establecen en sus leyes que la lengua vehicular de la enseñanza en Cataluña es el catalán. Por este motivo, Vds. no pueden sustituir catalán por castellano en las leyes redactadas en Cataluña.
Porque Vds. no valoran ni respetan la diversidad. Vds. Sres. nacional-catalanistas son unos totalitarios, y gobiernan desde la imposición de sus postulados a aquellos que son diferentes a Vds., algunas veces mediante la coacción política y siempre desde la mentira o la media verdad.
Vds., señores nacional-catalanistas, sistemáticamente manipulan la historia, la cultura, la prensa y todo aquello que Vds. pueden comprar con el dinero de los impuestos de todos los catalanes. Todo ello con la intención de hacerse las víctimas de una malvada España que según Vds. los oprime y los explota.
Vds. Sres. nacional-catalanistas crean una red clientelar alrededor de las instituciones que Vds. controlan, y ponen bajo sueldo y subvención a amplios colectivos, que agradecidos, los ayudan a mantenerse en el poder. Son Vds. un régimen corrupto y manirroto.
Vds. se envuelven en la bandera catalana y dicen que luchan por los derechos y libertades colectivos de los catalanes. Apelan a los sentimientos y emociones de los catalanes, removiendo sus pasiones más bajas y elementales, como si se dirigieran a hinchas del futbol. Ponen de un lado a algunos catalanes, sus acólitos, y de otro a los españoles, entre los cuales se hallan quienes los criticamos. Separan, dividen, generan odio y confrontación. Todo ello, como siempre que alguien lucha por derechos y libertades colectivos, a costa de los derechos y libertades individuales de una parte de los ciudadanos, que son aquellos que constituyen el chivo expiatorio a abatir por su mentalidad corrosiva.
La lucha por libertades y derechos colectivos siempre acaba en el totalitarismo. Es el caso de quienes luchan por lo que denominan su nación, como Vds., señores nacional-catalanistas. Es el caso también de quienes dicen defender su raza, su clase social, su casta, su religión, etc. Quienes de verdad defendemos los derechos humanos y las libertades públicas defendemos estos derechos y libertades para el individuo, siempre visto singularmente. Y desde la defensa de los derechos y libertades individuales del individuo concreto, defendemos los derechos y libertades individuales para todos los individuos, y no para un grupo selecto, como pretenden hacer Vds., señores nacional-catalanistas. Nosotros, los demócratas, deseamos un país de ciudadanos libres. Vds., Sres. nacional-catalanistas, sueñan con una Cataluña de súbditos y vasallos del poder político nacional-catalanista. Una Cataluña donde el poder político impone sus tesis mediante la coacción política y donde el poder político adoctrina a los ciudadanos en lo que es ser un buen catalán y un mal catalán, que asimilan a un español.
Ahora Vds. dicen que el enemigo exterior es España. Como todos los buenos dictadores y autócratas. España tiene la culpa de todos sus errores, los garrafales errores cometidos por Vds., y hay que desterrar España de Cataluña. Ahora ya no piden tolerancia, sino la independencia.
Escribo estas palabras en el mes de septiembre de 2012. Vds. emplean toda su propaganda, pagada con recursos públicos, para adoctrinar en el odio a España diciendo que España expolia Cataluña y la oprime. Pues bien, tras más de 30 años de gobiernos nacional-catalanistas, la media española ha progresado social y económicamente más que Cataluña. Cuando desaparece la dictadura y España recupera la democracia, Cataluña era la región más próspera, la más desarrollada, la más industrializada, la que contaba con una renta per cápita más alta, y la región con mayor producto interior bruto. Hoy no es ninguna de las cosas anteriores. Hoy es la cuarta comunidad autónoma en riqueza per cápita, la más endeudada con mucha diferencia entre todas las demás regiones de España, per cápita o de modo absoluto, y Cataluña día a día pierde ventaja sobre otras regiones españolas mucho más dinámicas. Cataluña se halla en la ruina, en bancarrota, y su deuda es calificada internacionalmente como basura. Esta es, Sres. nacional-catalanistas, su aportación a lo que Vds. llaman su patria catalana y sus países catalanes.
Pero además Cataluña es menos libre. Y la sociedad catalana se halla crispada y dividida entre lo que Vds. definen como buenos catalanes y los demás.
Vds. Sres. nacional-catalanistas, de todos los males de Cataluña culpan a España. Como todos los perdedores, echan la culpa al otro, al diferente, al extraño, al extranjero, para ocultar las terribles ineficacias que ha creado su régimen nacional-catalanista.
Los auténticos demócratas y luchadores por la Libertad seguiremos luchando por Ella y por la tolerancia.
Y venceremos. Por encima de los corruptos, los autócratas, los falsos profetas, los totalitarios y los intolerantes, como es el caso de los nacional-catalanistas que aquí denuncio públicamente.
Al final, Sres. totalitarios, no venceréis ni en Cataluña, ni en Afganistán, ni en Marruecos, ni en Siria, ni en China, ni en ningún sitio.
Al final la Victoria será nuestra, de los demócratas que amamos la Libertad.
Lamentablemente, en todo este proceso que lleva a la Humanidad hacia el Progreso, gente como Vds. nacional-catalanistas, han causado y seguirán causando mucho dolor, sufrimiento, y muerte.
Un Luchador por la Libertad